Contexto
Si hacemos una revisión de las consecuencias que nos ha dejado la pandemia a casi tres años de su inicio, podemos establecer que las relaciones humanas, las conductas y diversas condiciones a las que estábamos acostumbrados, tomaron un giro que determinará a las actuales y nuevas generaciones para siempre.
En medio de los confinamientos que nos afectaron a nivel global, surgieron ciertas señales que daban la impresión de que el planeta algo quería decirnos. Pese a que durante un tiempo se recuperaron ecosistemas, mejoró la calidad del aire y las aguas, nuevamente estamos viendo los efectos de la conducta humana en la naturaleza y calidad de vida de las personas.
El mundo no resiste más avances sin la sostenibilidad en el centro del desarrollo y las cifras así lo demues- tran. Solo para darnos una idea, en 2021 cuatro de los indicadores clave que se emplean en la ONU para medir el avance del cambio climático registraron niveles récord. Hablamos de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el alza del nivel del mar, el calor acumulado en los océanos y la acidificación de los mares.
Adicionalmente, la temperatura global de la Tierra es cada vez más alta. A consecuencia del impacto de las actividades humanas en el planeta, especialmente de las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura media ha aumentado 1,2 grados centí- grados, desde finales del siglo XIX, según detalló el informe sobre el Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020, de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En el mismo informe se anticipa que Latinoamérica será uno de los continentes más afectados por los eventos relacionados con el clima. Sin ir más lejos, América Latina ha vivido las peores sequías en 50 años en el sur de la Amazonia y en 2020 obtuvimos el récord de huracanes e inundaciones en Centroamérica, impactando directamente a la sociedad, causando graves daños a la salud, los alimentos, el acceso a agua, la energía y desarrollo socioeconómico de la región. Según cifras de la ONU, estos hechos han cobrado más de 312.000 vidas en América Latina y el Caribe y afectaron a más de 277 millones de personas entre los años 1998 y 2020.
¿Qué puede hacer el Diseño para revertir esta situación?
Ante este escenario y con una crisis climática en desarrollo, el diseño tiene un tremendo desafío en torno a la sostenibilidad, y la oportunidad de dar respuestas a comunidades locales y regionales que, por su propio bienestar, se ven presionadas a transitar hacia un desarrollo sostenible.
Bajo ese contexto, es que, por segundo año consecutivo, la fundación danesa The Index Project y la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo, han querido convocar a talentos jóvenes de Latinoamérica, estudiantes o egresados de carreras profesionales de nuestro continente para encontrar soluciones de diseño sostenibles, eficientes e innovadoras, que aporten a superar los desafíos que la crisis climática ha hecho urgentes.
En 2021 cuatro de los indicadores clave que se emplean en la ONU para medir el avance del cambio climático registraron niveles récord.
¿Qué es el Diseño Sostenible?
Para entender el origen de este concepto, debemos hacer un poco de historia. En 1987, en el marco de la Comisión Brundtland, se trabajó en un informe que definió por primera el concepto de Desarrollo Sostenible como, “aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones”.
Con ese pie forzado y entendiendo que el diseño es una disciplina que aborda una necesidad, sea un producto o servicio, y trabaja buscando posibles soluciones para resolver un problema de posibilidades infinitas, podemos hablar de que el Diseño Sostenible, es aquel que diseña satisfaciendo las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones. Entonces, cualquier diseño, ya sea un objeto o servicio, puede repensarse desde una mirada sostenible, haciéndose cargo de su ciclo de vida: producción, uso y descarte.
Pero el diseño no es solamente pensar la forma y función que tendrá un objeto, va mucho más allá de lo estético. El diseño hoy demanda una conciencia previa respecto de lo que abarcará su solución y es ahí donde la sostenibilidad entra a tener en un rol clave, trabajando sobre tres ejes: el económico, el social y el medioambiental.
Como plantean Michael Braungart y William McDonough en su libro “De la cuna a la cuna”, (“From cradle to cradle”), desde el diseño y la concepción de cualquier producto se deben tener en cuenta todas las fases (extracción, procesamiento, utilización, reutilización, reciclaje) de manera que no se generen gastos de energía ni descartes que no sean reutilizables para un nuevo ciclo productivo, lo que se determina como economía circular.
El Diseño Sostenible, es aquel que diseña satisfaciendo las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones.
Para el año 2022, The Index Project y la Facultad de Diseño de la Universidad del Desarrollo invitan a estudiantes y egresados latinoamericanos (desde 2018) provenientes de diversas disciplinas, ya sea de manera individual o como equipo, a participar de la segunda edición del Diseño Responde, Index Award + UDD.
Este certamen busca estimular la creatividad de los jóvenes talentos latinoamericanos, para proyectarlos como agentes de cambio. En esta oportunidad, el concurso se enfoca en propuestas que den soluciones a las problemáticas relacionadas a la sostenibilidad, desde distintas disciplinas, poniendo al diseño en el centro.
¿Puede el Diseño ayudarnos a disminuir la huella de carbono?, ¿Existe alguna solución que detenga las olas de calor? ¿Podemos proporcionar agua a lugares con escasez hídrica? ¿El Diseño puede proponer soluciones sostenibles para el presente y futuro del planeta?
Estamos convencidos de que estas y otras cientos de interrogantes pueden tener una solución mediante ideas creativas, poniendo en el foco al Diseño. El presente concurso espera recibir las mejores propuestas para enfrentar el desafío de un mundo más limpio y sostenible, proyectándose como agentes de cambio, bajo el lema: ¡Diseña Sostenible!
Todas las propuestas deben enmarcarse en al menos uno de los ODS establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Algunas consideraciones que pueden contemplarse para la propuesta de proyectos son:
- Promoción de empleo inclusivo.
- Incentivar el comercio justo.
- Suscribir a ser zero waste.
- Uso efectivo de recursos durante procesos de producción: uso responsable de agua y consumo eléctrico, entre otros recursos, privilegiando la reutilización de los mismos.
- Preferir proveedores responsables, que contemplen criterios de sostenibilidad en su trabajo.
- Utilización de materiales nuevos materiales, ya sean de origen natural, orgánicos, renovables y/o reutilizados
- Optimización del uso de materiales para minimizar procesos de traslado.
- Minimizar empaques, privilegiar uso de materiales renovables y reciclables.
- Priorizar materias primas locales
- Privilegiar una durabilidad prolongada, sin una obsolescencia programada. Evitar diseñar algo que requiera consumibles de alta rotación (por ejemplo: bombillas desechables no reciclables).
- Facilitar el retorno o reciclado de los insumos que son inevitables.
- Diseñar soluciones fáciles de reparar, donde el mismo usuario pueda encontrar respuesta y sugerencias para extender su vida útil. Por ejemplo, actualización de software vía remota.
- Contemplar la reutilización o reciclaje de dicho producto si su vida útil tiene caducidad.
- Otros.
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