En los últimos años ha habido una proliferación excesiva de algas en las costas de la mayoría de países en Latinoamérica comúnmente conocidas como sargazo. De este tipo de algas se puede extraer alginato de sodio, que es el material esencial para la elaboración de las biopieles que hacen parte de la formula de CARBO. Con el aprovechamiento y procesado de este tipo de alga se puede ayudar a los ecosistemas afectados y crear bioplásticos que potencialmente pueden generar nuevas economías circulares y locales que busquen el remplazo de materiales provenientes del petróleo. CARBO se enfoca inicialmente en el remplazo de materiales con características contaminantes en la industria de la moda. Complementando su formula con materiales de origen celulósico como el carbón activo o desechos de la industria de la madera se lograron crear biocueros con características físicas muy similares al cuero vacuno con la ventaja de potenciar sus propiedades de biodegradabilidad y captura de carbono.