Tres miradores individuales que resaltan la dualidad del paisaje que tiene el entorno:mar y cerros.
El diseño puede reactivar lugares públicos para la salud y bienestar de zonas aisladas como Corral
Con esta intervención se busca volver a la vida una parte de la historia de Chile que ha sido enterrada, logrando que los vestigios cuenten lo que jamás fue contado de esta siderúrgica, que proporcionó trabajo y bienestar, tanto para los habitantes como para la economía nacional. Para los operadores y funcionarios, la empresa significaba más que solo una fuente laboral, ya que les entregaban viviendas dignas, educación y formación profesional. Se decide trasladar Los Altos Hornos hacia Huachipato que en 1960 fue arrasado por el terremoto de Valdivia. El edificio a intervenir correspondía a la planta eléctrica; cada cara del edificio tienen formas distintas en sus ventanas con un aspecto desgastado entregando el carácter de vestigio, no limita el paisaje permitiendo una conexión directa con la naturaleza, su ubicación entre cerros tiene una dualidad del paisaje viéndose los cerros y el mar, por eso la propuesta consiste en miradores donde el usuario puede conectarse con lo que ve.