Tras el encargo de analizar la naturaleza para incorporarla en la ciudad y dar un respiro al espacio público, se conceptualiza a partir de los elementos protagonistas de un lugar específico. En este caso se analizó el santuario de la naturaleza, en Santiago de Chile, para así llegar a una propuesta formal que le da vida a la naturaleza para habitarla e incorporarla en el espacio público. La forma nace de la inspiración de la forma del río, con sus subidas y bajadas, su fluidez y sus ramificaciones. El proyecto busca crear una experiencia en el tránsito de las personas para que sientan la fluidez del río en su caminar. El espacio se compone de plataformas con diferentes grados de inclinación, así como también de una extensión que permita el tránsito.