La comunidad qom de Chaco, conoció de agrotóxicos en 2010, cuando sus cultivos comenzaron a quemarse, sus animales a morir y ellos mismos a enfermar. El agrotóxico provenía de su poderoso vecino que fumigaba por via aérea sus campos y aledaños. La comunidad qom, junto a la Red de Salud Popular Ramón Carrillo, emprendió una lucha que se instaló en la agenda provincial. Marchas, denuncias y cortes de ruta lograron alejar los agrotóxicos. Las comunidades qom comenzaron a cultivar una semilla criolla, pura, sin modificaciones genéticas. Eligieron el nombre “No’’Oxonec”, que en idioma qom significa “tejido”, y complementaron con “algodón de frontera” referida al robo de territorios que sufrieron los pueblos originarios en la Campaña del Chaco, o “del desierto verde”, en el Siglo XIX. La cadena se complementó con una hilandería y una cooperativa de tejido, ambas industriales pymes, cerrando la cadena de producción, las cápsulas de prendas de los colectivos de diseñadoras locales.